El GTA Concept

Hace unos años conocimos que unos ingenieros españoles querían llevar su sueño a la realidad construyendo un espectacular superdeportivo, cuyo nombre desde su arranque fue el de GTA Concept. Un reto complicado de realizar pero mucho más, sobre todo en estos tiempos, de que pudiera convertirse en comercialmente rentable. Finalmente, han anunciado que en abril se pondrá a la venta una versión final.

Tendrá otro nombre, que conoceremos antes de la citada fecha, y se fabricarán 99 unidades, un número casi redondo que representa mucho si atendemos a las capacidades de esta auténtica bala en el asfalto. Según se ha apuntado las características anticipadas siguen siendo válidas. Este bajo biplaza equipará un fulgurante motor V10 con nada menos que 780 CV y un par máximo que roza el millar (920 Nm) que traduce el movimiento a las ruedas traseras con un cambio manual secuencial de 7 marchas con opción automática y levas en el volante.

Este decacilíndrico va montado en posición central trasera sobre un chasis construido con lo mejorcito que había en el mercado: kevlar, titano, fibra de carbono, etc. Grandes materiales con importantes propiedades de rigidez y bajo peso ideales para construir un deportivo de estas características. Este chasis se sustenta sobre unas suculentas ruedas de 19” con neumáticos Pirelli P-Zero en medidas 255/55 y 335/35, escondiendo detrás unos discos de freno carbocerámicos sobredimensionados.

Ante tales características se rumorea, no confirmado oficialmente, que el GTA Concept volará en arranque hasta los 100 km/h en menos de 3 segundos y que su velocímetro dará cabida sobradamente a la marca de los 350 kilómetros por hora que parece que ha conseguido alcanzar. Desde luego hará falta un circuito y unas cuantas clases para controlar tanta potencia, pues las ayudas son tan cortas que de momento el único sistema activo para la seguridad es el obligatorio ABS.

A pesar de que el “racing” y el rodar a muy alta velocidad es su entorno preferido, cuenta con ciertas interesantes comodidades. Por ejemplo, su estudiada suspensión cuenta con la posibilidad de ajustar su altura y adecuarse a las circunstancias (imaginad el Jarama y los resaltos de una calle). Sus dos ocupantes disfrutarán de una sensación bajura pero bien iluminada por su cristal panorámico o por su sistema patentado de iluminación.

Será muy difícil poder ver a este bólido por las calles, la probabilidad es ciertamente baja, pero al menos servirá de auténtico juguete para los pocos adinerados que se terminen haciendo con él (se había hablado hace años de 600.000 euros). Personalmente sólo puedo decir que da gusto ver un coche así en las fotografías oficiales con la matrícula española.